10 pasos imprescindibles para tener éxito en el tiro con arco
Consejos técnicos y teóricos de la técnica de tiro con arco, uno de los fundamentos de la caza con arco. Y el secreto, sí existe: el entrenamiento.
LA TÉCNICA DEL TIRO CON ARCO
Un factor clave para el éxito en la caza con arco, y sobre todo en la caza a rececho donde los tiros suelen ser a medias y largas distancias (entre 45 y 85 metros) y en contadas ocasiones en llano y en una postura cómoda, es tener una buena técnica de tiro.
Siempre se le ha dado mucha relevancia al ajuste del material, que si prueba del papel, si el fooc mas adelantado o menos, si un tubo más rígido o más flexible (ya profundizaremos en ese tema en otro artículo), pero de nada sirve tener el mejor arco del mundo con los mejores componentes y con el mejor ajuste que le podamos hacer si no somos capaces de colocar todas nuestras flechas en el sitio de forma constante y en cualquier situación.
Vamos a empezar por la postura.
La postura formando una T con brazos y tronco es la que mejores resultados nos dará.
Aprender a disociar el tren superior del inferior para no perder esta postura en tiros inclinados, de rodillas, etc. será clave para conseguir buenos resultados.
LA SECUENCIA DE TIRO
A veces ocurre que, viendo el animal tan cerca, tan a nuestro alcance con todos los pines dentro del pecho, lo hemos fallado estrepitosamente.
Y pensamos: ¿Cómo puede ser, si a esta distancia las meto todas en un puño?
¡A mí me ha pasado en más de una ocasión!
Esto se debe a que la anticipación y la ansiedad para conseguir nuestro ‘premio’ hace que nos precipitemos, saltándonos pasos de nuestra secuencia de tiro.
10 pasos que siempre deberían estar presentes en nuestra secuencia de tiro con arco tanto entrenando como cazando:
1. Posición de los pies. Postura del cuerpo.
- Posición de los pies cuadrada
- Posición de los pies abierta
Estas dos posiciones de nuestros pies son las que deberemos trabajar a la hora de ejecutar nuestra secuencia de tiro.
Aunque ambas son correctas, la que mejor empaque y solidez ofrece a nuestro anclaje es la posición abierta, que consiste en, si somos diestros, adelantar un poco el pie exterior (derecho) respecto al pie interior (izquierdo) colocándolo en perpendicular a nuestro objetivo.
Así conseguimos una pequeña torsión de nuestra columna haciendo que el conjunto de espalda-columna sea más sólido.
2. Contactos con el equipo (pretensión):Agarrar el disparador y el arco.
3. Apertura (elevación): Tracción coordinada, directa al punto de anclaje, peep delante del ojo y visor al centro.
4. Anclaje: Buen contacto de la mano en la mandíbula que permita fijar la posición del peep delante del ojo. Centrar el visor dentro del peep, nivel horizontal.
5. Apuntar: Debemos estar en el centro apenas llegar al anclaje, excepto por una pequeña corrección.
6. Mantener: Evitar perder tracción, mantener a muro, con el arco ‘sostenido’ entre las escápulas, con tracción dorsal y la mínima intervención de la musculatura de los brazos.
El esfuerzo estará repartido entre tirar y empujar dependiendo de la situación.
7. Relajar manos: Relajar los contactos con el equipo.
Mano de arco por delante, pasando toda la fuerza al brazo; mano del disparador por atrás relajando los dedos sobre el disparador y la muñeca, dejando todo el esfuerzo al codo.
8. Agarre del disparador: Asegurar contactos relajados y consistentes (dependerá del tipo de disparador usado, en principio se puede usar cualquiera).
9. Esperar: La atención estará focalizada en apuntar, dejando flotar nuestro visor sobre el objetivo mientras reforzamos nuestra imagen mental del punto de impacto.
Mantenemos tensión a muro, con las manos relajadas y dejamos que ocurra la suelta sin intervención consciente alguna.
10. Mantener posición: El mecanismo del disparador ha saltado, liberando la flecha, pero mantenemos la posición como si no hubiera ocurrido nada hasta el impacto de la flecha.
Analizamos la reacción a la suelta y toda la finalización del gesto, para determinar su bondad.
LA DISTANCIA DE TIRO
Otro factor a tener en cuenta es la distancia a nuestro objetivo; no es lo mismo tirar a un corzo a 50 m que a un ciervo, ya que la zona vital del primero es mucho más reducida que la del segundo y la distancia efectiva de nuestra flecha es mucho mayor que la distancia ética/moral a la que debemos tirar.
Y ¿cuál es esa distancia? Pues en la que seamos capaces de colocar TODAS nuestras flechas en un círculo de 15 x 15 cm.
Entrenar distancias medias y largas entre los 50 y 100 m nos dará mucha seguridad en tiros más cercanos; y, dependiendo de qué situaciones de caza, ¡tirar largo es un gran recurso!
«Entrena todo lo lejos que sepas, para cazar todo lo cerca que puedas».
La técnica de tiro para la caza con arco, o técnica de tiro con arco a secas, es la misma, ya que da igual cuál sea el objetivo de nuestra flecha. Evidentemente hay pequeñas variaciones y matices que luego debemos trabajar; pero, como digo, es igual.
La técnica de tiro que mejores resultados da y la menos influenciable por los factores externos, con la que se consiguen por lo tanto agrupaciones más homogéneas y constantes (esto no lo digo yo, lo dice el 99 % de los tiradores de élite) es el tiro dinámico sorpresivo mediante tracción de espalda, utilizando el equilibrio de fuerzas.
TIRO DINÁMICO SORPRESIVO MEDIANTE TRACCIÓN DE ESPALDA,UTILIZANDO EL EQUILIBRIO DE FUERZAS
Tiro dinámico:
¿Qué significa esto? Muy sencillo. Igual que un jugador de golf continúa su swing después de golpear la pelota, o un futbolista sigue moviendo su pierna después de chutar el balón, el arquero tiene que continuar el movimiento de su cuerpo después de la suelta, cuando la mano de arco va hacia delante y la mano del disparador hacia atrás, intentado juntar las escápulas, sin forzar el gesto pero con continuidad.
Sorpresivo:
La suelta nos tiene que sorprender, concentrando toda nuestra atención en apuntar, ya que, como suele ocurrir con los rifles, el famoso gatillazo también está presente en el tiro con arco.
Esto es debido a que con una suelta consciente o por decisión, el binomio mente-cuerpo no es capaz de hacer dos cosas bien a la vez: o apuntamos o disparamos.
Esto con el arco se ve agravado por la tensión muscular que tiene el arquero al mantener el arco abierto, siendo un gran condicionante a la hora de conseguir buenas agrupaciones de forma constante y llegando a fallar de forma estrepitosa nuestro objetivo incluso a cortas distancias.
Tracción de espalda:
Una vez ya estemos con el arco abierto a muro y estemos con el anclaje bien consolidado, deberemos pasar toda la tensión a nuestras escápulas como si quisiéramos que se tocaran, relajando hombros, antebrazos y manos.
Gracias a esto último, la suelta se produce de forma inconsciente en un plazo entre 2 y 4 segundos desde el momento que el arquero decidió que podía soltar la flecha, mientras toda nuestra atención se focaliza en apuntar.
Equilibrio de fuerzas:
Cuando sobre un cuerpo (arco) actúan varias fuerzas (1 empuje: mano de arco. 2 tracción: mano del disparador), la resultante de todas ellas es nula. El cuerpo se encuentra en equilibrio, lo que significa que no cambia su estado de movimiento.
El equilibrio de fuerzas es la clave para mantener el pin quieto en nuestro objetivo hasta que se produzca la suelta.
Para esto las estabilizaciones mixtas (frontal y lateral) ayudan muchísimo, ya que combinando discos de pesos en su extremo y longitud conseguiremos el empuje/tracción necesarios para reducir el movimiento de nuestro pin y poner el nivel en el sitio.
Todo lo anterior, unido a un buen trabajo complementario (aeróbico) –como puede ser montar en bici, nadar, escalar– y a un poco de musculación (anaeróbico) –de los músculos que intervienen en la secuencia de tiro–, combinado con sesiones específicas (tirar flechas), trabajando la técnica mencionada en todos los escenarios que nos podamos encontrar en la acción de caza –tiros inclinados (arriba y abajo), tiros de rodillas, sentados, con peso en la mochila, con fatiga después de una corta carrera, con los guantes y la máscara que usemos en nuestras jornadas cinegéticas, con lluvia, viento nieve, etc.– nos ayudará a tener muchas más variables ‘controladas’ y tener más seguridad y confianza cuando nos encontremos delante de nuestro objetivo.
Entrenar con volumétricas o en recorridos 3D y 2D ayudará a que el arquero defina bien la zona de impacto, ya que no es lo mismo apuntar a un punto que destaca en nuestro parapeto que a una silueta de un animal de una capa homogénea.
Siempre se habla mucho de la técnica de tiro y de la precisión en el tiro olímpico, recorridos 3D, bosque, etc.; pero, queridos amigos, ¿qué tiro requiere más precisión que el de un cazador, donde la primera flecha es la buena y en la mayoría de las ocasiones la única, y donde la ética y el respeto hacia nuestra presa harán que todos nuestros esfuerzos se centren en producirle la muerte de la forma más rápida y digna posible, alcanzado sus órganos vitales?
¡Entrenamiento y entrenamiento! Esa es la clave.
Lo llaman suerte, pero es CONSTANCIA.
Lo llaman casualidad, pero es DISCIPLINA.
Lo llaman genética, pero es SACRIFICIO.
Ellos hablan. El ARQUERO ENTRENA.